Este fin de semana he tenido la suerte de acercarme a una gran película, que ha puesto en duda (aún más) esas verdades reveladas que día a día nos van mostrando "quienes ostentan la verdad". Es una dura crítica a la verdad que nos han ¿contado?, esa que siempre parte de un bando y se maquilla a gusto del consumidor, partiendo de lo que cree quien la crea. "Una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad". Más allá de lo que representó la caída del muro de Berlín y de lo que el capitalismo hizo en ese momento, la película siguió transmitiéndome esos interrogantes, que dentro de nuestra tarea educativa (y también en nuestro día a día) no deberían desaparecer.
¿Qué es la verdad?
¿Qué es lo real?
¿Quién soy YO?
Creo que en el momento histórico en el que nos encontramos, es bueno rescatar títulos como este. Vivimos inmersos en una lucha de poderes, que siguen generando estigma y nuevas formas de entender el mundo, ese que tal como conocíamos ya no existe. Good bye Lenin, se convierte en un clásico imprescindible, a la hora de seguir cuestionándonos e intentado despejar los interrogantes ya expuestos.
Os dejo una escena, que me recordó a Platón y su Alegoría de la Caverna
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